lunes, 24 de febrero de 2014

¡A la escuela con conciencia ambiental!

Aproximadamente 324 litros de agua se usan para fabricar un kilo de papel. El consumo promedio mundial de papel es de 40 kilos por persona; un tercio de ese consumo pertenece a América del Norte.

Según datos de Natura Medioambiental Sitio de Información sobre ciencia y Medio Ambiente; en Estados Unidos se destinan 75,000 árboles para generar el papel necesario para la edición dominical del periódico The New York Times.

¿No es sorprendente la cantidad de papel necesaria para mantenernos informados? Las cifras son alarmantes, pero lo son más cuando reflexionamos sobre la cantidad de papel que utilizamos en la vida diaria para realizar cada una de las actividades a las que nos dedicamos durante el día: tomar apuntes en la escuela, trabajar en la oficina, leer e incluso ir al sanitario; entre muchas otras.

Se sabe que un árbol proporciona oxígeno para que respiren tres personas al día y el consumo promedio mundial de papel es de 40 kilos por persona, te imaginas ¿Cuántos árboles son necesarios para mantener la buena calidad de vida de los millones de personas que vivimos en el Planeta?

El papel no es el único problema. Concentremos nuestra atención en una actividad que involucra a niños, jóvenes y adultos: estudiar e ir a la escuela. Para ello, es necesario el papel del que están hechos los libros de texto, pero también lo es la madera con la cual se producen los lápices de colores y el plástico para las loncheras o mochilas. Estos son sólo algunos del sin número de artículos necesarios para la vida estudiantil.

¿Qué se puede hacer para aminorar el consumo de esta clase de productos y así reducir el impacto al medio ambiente y recursos naturales? La respuesta está en la cultura de reciclaje, la cual se refiere no sólo a generar consciencia sobre lo importante de reutilizar, sino también de aprovechar al máximo la vida útil de toda clase de productos.

En el caso de los útiles escolares, enseña a los niños la importancia de mantener en buen estado su material escolar hablándoles sobre los beneficios que eso trae consigo: a menor demanda de papel disminuye la tala de árboles y se ahorra una enorme cantidad de agua; además de mejorar la calidad de vida de los seres vivos a nivel global.

Reutiliza los útiles escolares que aún puedan servir. Utiliza tu creatividad para darle un nuevo uso a lo que todavía tiene vida útil y reacondiciónalo para que quede como nuevo, o en su defecto, opta por donarlos a alguien más.

Otra de las alternativas es consultar la página oficial de la Procuraduría Federal del Consumidor PROFECO, en ella además de publicarse la comparación de precios se ofrecen consejos y alternativas para economizar recursos económicos; lo cual se traduce a un menor consumo y, a la vez, en un menor daño al medio ambiente.

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